Me despido de vosotros por unos días, para cogerme unas minivacaciones de las que me gustan a rabiar: para viajar y conocer un nuevo lugar. Esta vez toca ROMA.
Como ya os fui adelantando en cuentagotas, este año había viaje de los "gordos". Un buen amigo nuestro vive en Roma desde hace unos añitos y nos anunció a comienzos del año que se casaba este verano. Así que, aprovechando la excusa de la boda, planificamos y cambiamos nuestras vacaciones para poder visitar y conocer la ciudad.
Mi niña interior empezó a dar saltitos de alegría en cuanto se enteró. Desde bien pequeña he querido viajar a Roma y conocer sus edificios, ruinas e historia. De siempre me han gustado, tanto por el aspecto artístico (ahí no era tan niña) como por ser Roma (de pequeña me gustaba mucho leer los comics de Asterix y Obelix, y sus peleas contra los romanos).
Siempre me ha llamado la atención, pero hasta ahora, no había decidido ir a conocerlo (por tiempo, dinero o por anteponer otras ciudades europeas - de las que estoy más que enamorada-).
Esta última semana me la he pasado planificando mis visitas, señalando los lugares a visitar, leyendo recomendaciones para comer, salir o pasear. Tengo mi cámara cargada y lista para volver con muchísimas fotos.
También apañé a tiempo la búsqueda del vestido para la boda, que me ha tenido dando vueltas por tiendas y centros comerciales, desesperada. Que yo no soy mucho de vestir de fiesta y para encontrar algo con lo que verme... uff! Pero se ha logrado con éxito la búsqueda!
¿Habéis viajado alguna vez a Roma? ¿conocéis sitios -de los "no tan típicos" que merezcan la pena visitar? ¿Y tiendas maravillosas? Soy toda ojos ;)
Me despido hasta el primer lunes de septiembre, que volveré a la carga con el blog.