DIY Cuenco de arcilla para DIYmaniacas

Esta es mi participación para el reto DIYManiacas de este mes.

El reto consistía en hacer un cestillo - para guardar objetos, alimentos, maquillajes- con el material que quisiéramos. En esta ocasión he escogido hacer un cuenquito (más que un cesto) de arcilla.


Me quería quitar el mal sabor de boca que me dejó el reto pinterest de finales de abril, que era hacer un portavelas de cemento. Yo iba a hacerlo de arcilla (que era lo que tenía en casa en ese momento), pero que se quebró durante el secado y al final no pude participar ni publicar nada. Pero quería seguir intentándolo... y de paso gastar el paquete de arcilla que dejé abierto.

¿Qué materiales usé?

• Medio paquete de arcilla de secado al aire
• Un bote de plástico (de los de granizados )
• 1 vaso de agua
• Tapete o papel para proteger la mesa
• Dremel u otra herramienta para lijar
• Pintura de pizarra
• Cola blanca

¿Cómo lo hice?

Lo primero de todo, asegúrate de proteger bien la mesa en la que vas a trabajar. Humedecí la arcilla con el agua, y empecé a amasar y a mezclar bien, para que toda la masa quedase húmeda y moldeable. Para darle la forma redonda y tener una base plana, usé como recipiente para la forma, un tupper de plástico, redondo (uno de granizados, redondo y alto). Comencé a verter la arcilla y a darle forma en el interior del tupper. Cubrí la base, y luego seguí subiendo por las paredes internas del recipiente. Me aseguré que todos los lados tenían un grosor suficiente (un dedo en este caso) para evitar que se quebrase al secarse o al sacarlo del tupper. 

Una vez tenía la forma que quería (o algo por el estilo) lo dejé secar en la terraza. 

Al ser un tupper de plástico bastante blando, pude sacar el cuenco, una vez seco, sin necesidad de romper el recipiente. Como el amasado lo hice dentro del tupper, los bordes de arriba me quedaron bastante irregulares, y con picos que podrían molestar, así que con ayuda de una dremel, con un cabezal de lija con poco granulado, comencé a pulir la superficie. Redondeé los cantos y eliminé todos los picos. 

Después llegó el turno a la mano de pintura. Al final me decanté por el color que me gusta tanto, el granate, del tipo chalk paint. Me encanta cómo cubre y el tono que tiene. Además, se secaba mientras iba pintando, con lo cuál pude pasar enseguida al último paso: proteger un poco la pintura. Para hacerlo, mezclé un chorro de cola blanca con un poco de agua, para hacer una especie de barniz. Pinté el cuenco y lo dejé secar. Como hacía bastante calor en la calle, lo saqué al alfeizar de la ventana y en 10 minutos estaba listo para usarse. 

Tiene un buen tamaño para guardar algún anillo o joyita que te quites antes de ir a dormir, por ejemplo. Aunque con lo animada que ha quedado de color, estoy pensando en cambiarle de uso y ponerla en la terracita, con alguna vela. 

¿Qué te ha parecido? ¿has hecho algún objeto con arcilla o cerámica alguna vez? 

Para ver el resto de propuestas del reto, visita este enlace. 

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