Ayer volví a pasearme entre los puestos del Mercado de Motores, muy bien acompañada, por cierto.
Llevaba tiempo queriendo volver (te conté mi primera visita aquí) y no me ha defraudado para nada.
Llegamos a Madrid a medio día, con un sol ya abrasador, así que la primera parada fue para refrescarnos y coger fuerzas, con una cervecita fresquita. Tras el refresco llegamos al Mercado, que se celebra en el Museo del Ferrocarril. Primero visitamos los puestos de fuera, la parte de particulares, donde muchas tiendas vintage venden sus tesoros.
Y la verdad es que es la parte que más disfruto, porque te puedes perder en cada puesto viendo absolutamente de todo, de ropa vintage, vinilos, a piezas de artesanía y decoración antiguas, joyería, coleccionismo, botellas, muebles restaurados, juguetes de segunda mano y algunos antiguos, también...
Después de dar una vuelta por casi todos los puestos, entramos ya dentro del Museo. En esta ocasión, y como entramos cerca de la hora de comer, no había tanta gente dentro, se podía visitar los puestos y caminar entre ellos cómodamente. Incluso, se podría decir que se estaba fresquito (comparado con fuera).
Aquí disfrutamos de mucha variedad de puestos, de artensanía, moda, restauración y, sobre todo, alimentos gourmet, bio y diferentes.
Me llamaron especialmente la atención los puestos de Lady Desidia (ilustradora que admiro, y en donde me compré un set de postales pre-cio-so), las guitarras maravillosas de Head Banger Rare Guitars, las joyas de porcelana (sí, porcelana) de Olga Sánchez, de Lápiz de porcelana; las mermeladas diferentes de Cucumi Gourmet Jams (había de diferentes tipos de cerveza, de vinos, de mezclas de frutas que no venden en el comercio habitual), los tés de Cómo té encuentras (me compré un roobios de manzana, almendra y canela que me conquistó por el olfato, ¡hoy lo pruebo fijo!) o los productos típicos ingleses del puesto de Best of Britain (y su simpático vendedor)
Tras el paseo por el Mercado de Motores, acabamos comiendo por Lavapies, disfrutando del ambiente y el buen tiempo y podría decirse que empezando la temporada de terrazas, a lo grande. Vamos, que acabó siendo un domingo de lo más agradable.
Además todos disfrutamos la visita por lo que probablemente se repita más veces ;)
¿Te gusta visitar mercados de piezas vintage o prefieres productos nuevos?
No te pierdas nada, recibe las entradas del blog en tu email. Suscríbete aquí.
¡Qué plan más bueno! Nunca he ido al Mercado de Motores ni a ningún otro de ese estilo. Por un lado me encantaría (es super entretenido pararse en cada puestecito a echar un vistazo), pero por otro lado lo pasaría fatal porque no podría traerme todo para casa (que es lo que querría). ¡Un besito!
ResponderEliminarMe pasa lo mismo, muchas veces no voy a este tipo de ferias, o no a tantas como querría, por no estar deseando de todo, y luego no comprarlo.
Eliminar