Aquí compartimos algunos consejos que puedes poner en práctica estos días, para ir adaptando tu casa a la nueva temporada.
1. Empieza limpiando a fondo
Las limpiezas a fondo no es algo exclusivo de la primavera (por cierto, aquí puedes ver el descargable que hice para organizarte la limpieza de primavera, o de cualquier temporada).
Además del mantenimiento diario y/o semanal de la casa, es muy adecuado hacer una limpieza a fondo en cada temporada, que nos permita además ir adaptando
nuestro hogar a los cambios que llegan.
- Aprovechar los días de mal tiempo para purgar la casa: aprovecha que estás metida con la limpieza a fondo, o los días de mal tiempo, para revisar tus pertenencias. Tendemos a acumular mucho más de lo que necesitamos, normalmente, y nos olvidamos incluso de lo que tenemos. No soy partidaria de meterse a saco, y hacer TODO en un fin de semana, porque para mí es imposible. Soy más partidaria de ir poco a poco (un cajón, una caja), adaptándome al tiempo que tengo disponible, y revisando poco a poco. Aprovecha y dona o recicla lo que puedas.
- Adapta tu patio o terraza a la nueva temporada: En Madrid, salvo contadas ocasiones, cuando llega el otoño ya no hace tiempo para disfrutar (tanto) de la terraza, por lo que es un buen momento para darle una limpieza a fondo, guardar los muebles y cuidar las plantas de cara al invierno: un poco de fertilizante y moverlas para evitar heladas, y que aprovechen las máximas horas de sol posible. Además si quieres que en primavera florezcan nuevas plantas, es el momento de plantar los bulbos. Si vives en una zona de nevadas, prepara las herramientas que necesitarás para despejar el camino.
- Dentro de casa, limpia tus ventanas, mosquiteras, filtros. Limpia a fondo cada estancia. Limpia las alfombras.
- Antes de las fiestas, te recomiendo realizar un ejercicio de declutter. Especialmente si hay peques por casa, ya que en cuanto llega la época de regalos, entran más de los que salen. Haz limpieza de juguetes, y aprovecha las campañas de donación de juguetes a niños más desfavorecidos, si están en buen estado.
- Ante la llegada también de la época de más resfriados, procuro tener una mayor limpieza de suelos y manillares, o zonas que se suelen tocar "más", esos puntos calientes que puedes tocar cuando estornudas sin darte cuenta -una pandemial aquí, si-
- Otro punto caliente para limpiar, para mi, es el horno, ya que en cuanto llega el frío me apetecen más platos calientes, y lo uso más a menudo. Así que intento darle una buena limpieza a fondo al inicio de la temporada, además de la de mantenimiento tras los diferentes usos.
2. Prepárate para el frío
Cuando llega el otoño, refresca y empiezan a acortarse los días, me entran las ganas de hibernar. Y eso se traduce en que empiezo a rodearme de mantas, velitas e inciensos o aceites esenciales, que me resultan cálidos.- Aislar bien: Es importante revisar bien que tanto puertas como ventanas estén bien aisladas, porque así podemos evitar una mayor pérdida de calor cuando llegue el frío, y nos permitirá ahorrar también algo en calefacción. Revisa los marcos de puertas y ventanas en busca de huecos por los que entra corriente y séllalos. Otros sitios por donde se escapa el calor son los marcos de los armarios empotrados (en casa lo descubrimos hace unos años, y la diferencia de temperatura en las habitaciones es brutal, además perdemos menos calefacción por lo que ahorramos algo de dinero), los respiraderos de los baños o los enchufes -vamos, cualquier agujero en la pared o techo-. Otro truco es usar cortinas más gruesas en invierno, para aislar los cristales y el uso de alfombras.
- Poner los ventiladores en el sentido contrario: Parece una tontería usar un ventilador cuando no hace calor ¿verdad? pues no lo es. Los ventiladores tienen un interruptor para cambiar el sentido en el que giran sus aspas. En verano deberías tenerlos en el sentido contrario a las agujas del reloj, y en otoño e invierno, al revés (en el sentido de las agujas del reloj) ¿por qué? porque de esta forma, ayudan a que el aire caliente -que tiende a subir- baje de nuevo a las zonas bajas de la habitación, es decir: donde estás tú.
- Purga los radiadores: Antes de que los vayas a encender, conviene purgar los radiadores, para asegurarse del buen funcionamiento. Si no tienes radiador, y usas chimenea (¡qué bien!) o algún otro tipo de caldera, es conveniente, por seguridad, que revises que todo está correcto y en buen funcionamiento (sobre todo evitar atascos).
- Temporada de mantas: Saca del armario (y lava si es necesario) tus mantas, y procura tener una a mano (en el salón, en el dormitorio e incluso, en la terraza). En cuanto comience a refrescar, será muy agradable tener una manta bonita y suave de la que echar mano, para calentarse y acurrucarse. ¿Y si aprovechamos los días de sol de otoño, para estar en el balcón o terraza, leyendo - o haciendo cualquier otra cosa- con una mantita encima? ¡Apetece!
- Revisa tu ropa del frío (abrigos, chaquetas, jersey, gorrods, bufandas y/o botas...) saca la ropa, lava la que sea necesario, desecha aquella que ya no te sirve (dona, regala, vende o recicla), repara la que sea necesario... y, si es necesario, toma nota de aquellas que necesitas adquirir.
3. Decora y adapta a la nueva temporada
- Cambio de armario: este año el calor se está alargando más de lo habitual, pero en breve (espero) será necesario sacar la ropa más abrigada. Aprovecha este momento para deshacerte de aquello que ya no quieres y dónalo (o véndelo), aquello que está roto (arréglalo si te lo vas a volver a poner o tíralo). Aquí puedes leer más sobre el tema.
- Decora para la temporada: Yo no suelo variar mucho la decoración a lo largo del año, pero no me escondo en reconocer que me encanta ver cómo cambian las influencers sus casas cada temporada. No te voy a animar a hacer un cambio total (nunca) pero sí que me gusta darle un pequeño toque. Los cambios de textiles o de colores (mantas, almohadas, sábanas) hacen un gran efecto. Pequeños objetos, flores... son pequeños cambios que, por muy poco dinero, pueden dar ese toque. O aprovecha para hacer un cambio más a lo grande (mover un mueble de sitio, cambiar algún mueble que tengas pendiente...) - Con el frío es más posible que pases más horas dentro de tu casa, así que haz que sea confortable-
- Uso de olores que me resultan "cálidos". Me gusta usar el olor a jengibre, incienso, cedro o canela en estas fechas.
- Haz manualidades de otoño (y úsalas para decorar).
- Prepara tu despensa para la temporada. A la que llega el frío, apetecen más platos de cuchara, calentitos y nutritivos. Revisa tu despensa, gasta aquellos alimentos que estén más cercanos para caducar. Planifica el menú con platos e ingredientes de temporada.
- Organízate de cara a las fiestas (calendario de adviento, tarjetas de felicitación, ideas de regalo,...)
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¡Hola, Sara!
ResponderEliminarMe encanta como nos enseñas a planear el otoño. Soy nueva por tu blog, me gusta lo que he visto y me quedo como seguidora.
¡Besotes y feliz día!
Hola Ana, me alegro mucho que te guste el contenido, bienvenida a este rincón ;)
EliminarBuen post, ayer hice el cambio de armario y aprovechè para aplicar algunos de tus consejos.
ResponderEliminarBesos!!!
Genial! Yo estoy con ellos también! Poquito a poco ;)
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