Ahora que muchos han podido probar, a la fuerza, el teletrabajo,espero de veras que más empresas empiecen a valorar éste método de trabajo, pues es un buen método para facilitar la conciliación familiar y contribuir a reducir los gases de efecto invernadero generados por el transporte diario.
Como todo, tiene sus fans y sus detractores, y (obviamente) no es jauja, ni vale para todo tipo de trabajos. Los que son puramente administrativos, en los que tu única herramienta es un ordenador, son los primeros y más fáciles de adaptar a este medio.
Lo que sí ha permitido este teletrabajo a la fuerza, ha sido que muchas personas lo experimenten, personas que antes no lo valoraban (he oído de todo, hasta decir que estar trabajando desde casa no era trabajo, porque, en fin, ya sabes, estás en casa), han podido comprobar cómo sí que se puede, y las partes más duras de éste (como la desconexión, la dificultad de concentración si no tienes práctica, o el problema del sedentarismo).
También, y al ser cosa de un día para otro, muchos han tenido que improvisar su espacio para teletrabajar, y es que muchas de nuestras casas no están preparadas para ello (algo lógico, si no es algo que nos hemos planteado). Un lugar mal planteado para trabajar acarrea problemas físicos, desde el más rápido de notar, como es el dolor de espalda, a problemas a largo plazo, como por ejemplo, la pérdida de vista.
Así que, si tras este periodo, tú o tu empresa se está planteando darle una nueva oportunidad al teletrabajo (o eres de los que van a alargar el periodo por el virus), aquí van una serie de consejos para preparar tu espacio de trabajo, de la mejor manera posible.
Empecemos con el espacio hablando en grande.
Sé que no es posible en muchos casos, pero en los que sí que lo es, lo recomendado es tener una habitación dedicada en exclusiva al trabajo (y en ese ideal, digo habitación por un motivo: te permite aislarte del resto de la casa, para poder concentrarte y no tener interrupciones cada dos por tres).
Pero como no todos podemos tener una habitación en exclusiva, lo que debemos intentar es crear un espacio de trabajo, solo para el trabajo. Es decir, al igual que en casa tienes un lugar de descanso (la cama) y uno para comer (tu mesa del comedor/ cocina), si puedes crear un rincón de trabajo, que no sean esos dos, es lo más recomendado. ¿Por qué? Porque así lo asocias únicamente al trabajo, y te permite desconectar.
Trabajar en la cama (o estudiar), queda muy bohemio para la foto de turno de instagram, pero a la larga es la peor idea del mundo, bien porque la postura que coges no es la más cómoda (hola, dolor de espalda), bien porque al ser un sitio donde duermes, es fácil que tu cuerpo se relaje, tu cabeza se desconcentre y acabes… sí, durmiendo.
La idea de trabajar en la misma mesa donde comes, bueno, no es lo ideal, pero en muchos casos no queda más remedio. Al fin y al cabo, es una mesa ¿no? Mientras recojas antes de empezar a trabajar, y al terminar, no hay mayor problema. Porque mezclar comida + ordenador, en momentos muy puntuales puedes pensar que es algo cómodo (oye mira, tengo prisa y resuelvo este tema mientras como) pero … tu ordenador acaba siendo un nido de mierda, y corres el riesgo de que se te caiga algún líquido encima y la cagaste.
Ya hemos hablado de grandes espacios, ahora vamos a ir aterrizando un poco más la idea.
Otro punto muy importante es la fuente de luz.
Lo ideal es estar cerca de una ventana, para tener luz natural. Pero cuidando dónde te posicionas, porque te afecta a la vista, y mucho. Sobre todo si trabajas con ordenador.
Si pones tu mesa frente a la ventana, es decir, que la tienes delante de tu cara, y trabajas con un ordenador, estará a contraluz. Esto hará que fuerces mucho la vista para poder distinguir en condiciones la pantalla, más oscura, respecto a la luminosidad de fuera.Si te pones de espalda a la venta, está iluminando tu pantalla, tampoco te sirve, ya que la luminosidad hará también más complicado ver en condiciones la pantalla, y por tanto también forzarás la vista. Lo más adecuado es, por tanto, que la luz entre por uno de tus lados.
¿Y si no es posible? si no puedes modificar dónde colocar la mesa, respecto a la ventana, o no tienes un buen lugar para tener acceso a esa luz natural, la respuesta está en las lámparas. No en las lámparas mágicas, si no en los flexos, sobre todo. Puedes aumentar la luz en tu mesa con un flexo, que suponga una luz de apoyo (que reduce ese contraste pantalla- ventana). Yo me compré hace poco éste en Amazon, y es una maravilla la cantidad de luz que da.
OK, ahora hablemos del espacio físico de trabajo: tu mesa y tu silla.
Aquí, sin entrar en el aspecto del diseño (me estoy limitando a ir a lo más básico, primero, como habrás notado ya), hay que tener en cuenta un concepto importantísimo: la ergonomía.
Hay que cuidar mucho que nuestro conjunto de escritorio y silla nos permita mantener una postura adecuada, pero cómoda, durante largos periodos de tiempo.
Si trabajamos en mala postura, nuestra espalda se fuerza y encoge, y, además de los dolores musculares que nos trae, nos afecta a los pulmones (se aplastan, lo que reduce tu capacidad pulmonar, es decir, menos oxígeno, que te da menos energía y por tanto, reduce tu capacidad de concentración… vamos, que la próxima vez que estés trabajando en tu sofá encogida, y veas que te vas por las ramas, prueba a cambiar de sitio, sentándote en condiciones).
¿Cómo es una postura adecuada?
- Espalda recta, apoyada sobre la silla (para esto es mejor asientos con respaldo alto, y con refuerzo en la zona lumbar, o un cojín si no), cabeza erguida, alineada respecto a tus hombros.
- Tus hombros, relajados, que no estén vencidos hacia delante (vamos, que te sientes con la espalda haciendo chepa).
- Tus brazos deberían poder hacer un ángulo recto respecto a la mesa, sin forzar la postura, ni forzando a que eleves los hombros.
- Tus muñecas también deberían poder quedar alineadas con los brazos (no forzando el levantarlas).
- Tus pies deberían poder apoyarse en el suelo, rectos (nada de llegar de puntillas), o sobre una plataforma para los pies, en su defecto.
- Las piernas deberían hacer un ángulo recto, también.
- Tu cuello no debería forzarse tampoco, por lo que tu ordenador es muy recomendable dejarlo a la altura de la vista.
Si tienes que buscar mobiliario nuevo, y quieres prepararte la mejor zona de trabajo posible, busca mesas que tengan capacidad para elevarse (así puedes alternar el estar sentada y de pie) y que tengan aberturas para pasar cables (ayuda a despejar la mesa).
Siguiente paso: ¿Qué necesitas habitualmente durante tu trabajo?
Ahora me refiero a tus necesidades materiales más habituales. Es decir: qué tecnología necesitas (teléfono, cascos, tablets, tabletas digitalizadoras, escáner o impresora), herramientas o material de papelería que más a menudo necesitas utilizar. Y qué capacidad de almacenaje necesitas, también (para tus documentos). Dependiendo de tu trabajo, necesitarás poco o casi nada (un cajón, cesto o portadocumentos) a almacenajes más a lo grande, como una estantería para tus archivadores, cajones para tus materiales, etc.
Es importante tener las cosas localizadas y de fácil acceso (que no tengas que desmontar un armario cada vez que necesites sacar algo). Y sobre todo, algo clave: mantener el orden. Un espacio desordenado nos desconcentra con facilidad. Trata de recoger antes y después del trabajo.
Ahora que tenemos lo más básico, el siguiente paso es trabajar en mejorarlo, es decir, cómo hacerlo mejor, más eficiente o confortable.
A mi me ayuda mucho:
Por último, hazlo único.
- Usar gafas para la luz azul, para no forzar la vista y que el uso tan prolongado de la pantalla no me desgaste (tan rápido) la vista.También hay pantallas protectoras para poner sobre tu ordenador, que filtran esa luz. Mira a ver qué opción te resulta mejor.
- Un planner o el método que uses para organizar tus tareas. Para mí, imprescindible para el día a día.
- Cascos para aislarte del ruido ambiente. Aunque mejor si es un espacio tranquilo. Algunas personas se concentran bien con música, otras necesitan silencio. Busca qué es lo que mejor se adapta a ti, y ponlo en práctica.
- Ropa (es uno de los mejores trucos): vístete como si fueras a trabajar en una oficina, bueno, quizás algo más relajado, más informal. Aséate, péinate un poco. Tampoco necesitas pintarte la cara (aunque si quieres, porque te sientes más confiada, adelante) Pero no te quedes en pijama, eso no. El pijama te lleva a una mentalidad de relajación, y te resultará más complicado centrarte en tu labor.
- Teléfono y/o videoconferencias para mantener el contacto. Si trabajas en un equipo, estar teletrabajando no significa aislarte del mundo, y ser ermitaña total, querida. La tecnología está ahí para ayudarnos. Procura mantener al menos una reunión semanal, para manteneros al tanto de qué estáis haciendo y, también importante, cómo estáis (emocional y físicamente). También hay herramientas de organización y gestión para equipos en remoto, que son muy útiles, como Slack, Trello o Miro.
Por último, hazlo único.
El último paso sería la parte más relacionada con la decoración. No voy a entrar en detalle porque estilos e ideas hay tantas como personas. Solo dos pinceladas: si vas a pasar muchas horas en este espacio, lo mejor es que te apetezca estar en él (¡no queremos un cubículo triste en casa!). Por eso, piensa en pequeños toques de color y elementos decorativos que te motiven (fotos o posters, velas, alguna planta) pero siempre teniendo en cuenta que menos es más. Si haces muchas videollamadas, quizás tener una pared detrás que te resulte bonita, te sea útil. Algún objeto decorativo que te guste mirar, o algo que te motive cuando necesites un empujoncito. ¡Las plantas dan además mucha vida al espacio de trabajo!
Mi recomendación, escojas la decoración que escojas, es que tengas primero en cuenta todo lo mencionado arriba (utilidad, ergonomía, etc) .
¡Espero que estos consejos te resulten de utilidad! Cuéntame en comentarios si estás teletrabajando, y cómo te estás apañando.
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Photo by Vadim Sherbakov on Unsplash
Me parece un post muy interesante,sobre todo ahora que la gente a tenido que adaptarse al tele trabajo por causa mayor.
ResponderEliminarA veces me gustaría poder estar trabajando desde casa, pero otras creo que el poder salir a trabajar a diario ha hecho mi confinamiento mas llevadero, a pesar de mi trabajo y el miedo.
Un besazo!!!
Pues si, porque ha pillado a muchos de improvisación total, y al final acabas con dolores de todo, como poco... y para una cosa en la que tengo experiencia jejeje
EliminarPues sí, al final has salido, y eso hace que te sientas un poco menos "atrapada", aunque como dices, te expones. Todos los trabajos tienen sus pros y sus contras. Mi mayor contra de esos meses de confinamiento, ha sido que no me levantaba durante horas, y pasa mucha factura al cuerpo, que ahora estoy intentando revertir.
Besazos!