¿Eres de las que están deseando que lleguen las Navidades, cual Mariah Carey; o de las que le resulta un periodo abrumador?
Porque hay gente que tiene el espíritu navideño a tope (y ya empezamos a ver casas con las luces el 1 de noviembre compitiendo con Vigo), pero otras personas, a las que añadir todos los extras que implican a veces estas fiestas (viajes, regalos, decoración, compromisos...) a una vida ya de por sí, saturada, se les puede hacer muy cuesta arriba. Así que, si este segundo caso es el tuyo, aquí van unos consejos para vivir estas semanas de una forma más sencilla, y con una mentalidad esencialista (manteniendo aquello que es esencial para ti, y eliminando el resto de tus planes).
Vivir una Navidad slow es cuestión de mentalidad
Para mí, la clave de todo esto está precisamente en esa mentalidad. ¿Qué es importante para ti, en Navidades? ¿Es tener una casa muy decorada? ¿es juntarte con la familia? ¿es salir y celebrar con amigos? Tener claro qué es lo que, para ti, hace realmente que sea una buena Navidad. Y tener claro, qué es lo extra, qué te sobra, para sacarlo de la ecuación.
Se trata de no hacer aquello que se supone que debes hacer en Navidad, sino lo que es importante para ti.
Te comparto una serie de preguntas que te ayudarán a reflexionar sobre tu intención:
- ¿Qué te gustaría lograr estas vacaciones?
- ¿Cómo te gustaría sentirte?
- ¿Qué es lo más importante para ti?
- ¿A qué le quieres poner tu foco de atención?
Establecer tu intención al inicio de la temporada, te sirve de guía para cuando estés tentada a alejarte de tus objetivos.
Abraza el J.O.M.O. (joy of missing out) -y el contrario al F.O.M.O. que ya hemos hablado en algún momento) esta temporada. En un mundo constántemente acelerando, el acto de vivir de forma intencional es casi un acto de rebelión contra la idea de más es mejor.
1. Prioriza crear recuerdos con aquellas personas que te importan Más que centrarte en lo material, como pasear por tu ciudad viendo las luces de Navidad, poner la chimenea y disfrutar de un chocolate caliente...
Olvídate de la idea de que tu familia y tú tenéis que estar ocupados en todo momento para considerar que has tenido unas Navidades memorables. Abraza la idea de descansar, recuperarte y reflexionar, como parte esencial para tener una temporada de paz y felicidad.
2. Establece un presupuesto para las Fiestas ...¡Y cíñete a él! Así evitarás terminar la temporada con la cuenta temblando. Planificar las compras con antelación (de regalos y alimentos) te servirá para ahorrar algo de dinero (y evitar compras por tentación, ciñéndote solo a lo que realmente necesitas).
3. Regala experiencias ...en vez de regalos físicos. O usa la regla de los 4 regalos para los niños. Libérate de las enormes listas de regalos, que crean presión, y opta por menos regalos pero con más sentido.
4. Reduce tus obligaciones sociales (si es lo que te apetece) No te cargues de compromisos, que puedan dejarte agotada, si no es lo que te llena. Sé intencional, también en este punto: no te sientas mal por rechazar una invitación, si realmente no quieres ir. Hay mucho año por delante para visitar a esas personas, y no es imprescindible juntar todas las reuniones y visitas en el mismo mes del año. Prioritiza pasar tiempo de calidad con la gente con la que quieres estar.
5. Mantén alguna tradición (o crea la tuya propia) Para mí parte de la gracia de la Navidad es precisamente las tradiciones. Lo que haces, año tras año, y que a la larga acaba haciendo que sea lo especial. No elimines todas las tradiciones de tu agenda, mantén al menos una de ellas... ¡o créate una nueva, que realices a partir de ahora! Puede ser alguna que ya hacías con tus padres en tu infancia, o una que decidas establecer con quien tu quieras.
6. Prueba una decoración más minimalista Las casas decoradas hasta el más mínimo detalle, pueden tener su público, pero... no es mi caso. Dependiendo del año, me apetece decorar más o menos, y está bien. Pero también hay que tener presente que decorar a lo grande requiere tiempo y dinero... y luego hay que recoger todo. Abraza una decoración más minimalista, sostenible.
Pero como digo, sé que hay gente que este punto es muy importante, y por tanto, si es tu caso: respétalo y mantén la decoración que te gusta.
7. ¡Deja tiempo también para descansar! Que al final, son unas vacaciones (más largas para unos que para otros), y entre compromisos y planes, se nos olvida que debemos recargar las pilas. Así que no está de más que te permitas un tiempo para tu descanso.
8. Abraza el hogar acogedor y vivido Deja ir la expectativa de tener una casa perfectamente organizada, y abraza el hogar vivido, pero sobre todo, acogedor. Y más, si hay niños de vacaciones en casa.
9. Haz un detox digital Aprovecha estas fechas para estar presente con tus seres queridos, y no constantemente pegada a una pantalla.
10. Reduce los excesos Navidad siempre lo he sentido como una época de excesos (en cuanto a comida, bebida, consumo, luces y ruidos, y gente). Hay momentos que son inevitables, por lo que pon el foco en reducir los excesos en el resto de días (por ejemplo, en el caso de la comida, cuida lo que tomas los días que no son festivos)
¿Cómo son tus Navidades? ¿cómo te gustaría que sean?
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