Este año no me he planteado metas, propósitos ni objetivos, como tal, y como venía realizando los últimos años. 2022 me sentó como un torbellino, y mandó al traste todo, y en cierto modo, acabé desmotivada y sin fuerzas para planteármelo de la misma manera.
Así que este año, he cambiado de estrategia, y he decidido tomármelo con calma. Con adaptabilidad y con respeto a mi cuerpo y a mi mente. De una forma más slow.
Por eso, este año he elegido una "palabra del año" (word of the year, si lo has visto en blogs o gente de habla inglesa).