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lunes, 28 de agosto de 2023

Organizar la vuelta al cole (consejos para familias con niños pequeños)

Slowplanning.net - Organizar la vuelta al cole

Siempre he asociado a septiembre como un mes de comienzos. De volver a empezar. Con tanto poder como un mes de enero. Con la vuelta a clases en el horizonte, este momento de final de verano, es un periodo cargado de emociones, especialmente si cuentas con hijos pequeños. 

En este artículo te presento una serie de ideas para organizarte de cara a la vuelta a la escuela, de una forma serena y eficiente. 

 Contenido del artículo 

  1. Recuperar la rutina post-vacaciones
    1. Recupera los horarios
    2. Rutinas de mañana / tarde / noche
  2. Organízate con eficacia
    1. Google Calendar compartido
    2. Eventos importantes
    3. Listas para fomentar autonomía
    4. Command Centers
    5. Sistemas de archivo
  3. Organízate en casa
    1. Cada cosa en su lugar
    2. Loading zones
    3. Espacio de estudio
    4. Menú semanal
    5. Adelanta todo lo que puedas
  4. Gestión emocional y tiempo de calidad
    1. Rutinas, no monotonía
    2. Momentos de conexión en familia
    3. Gestión de emociones y meditación

Si queremos tener una vuelta al cole con calma, es recomendable no dejar todo para el último momento, y comenzar unos días antes a preparar todo, si no queremos volvernos locas

Los cambios a veces son complicados, y cuando son muy pequeños, cuesta entender por qué se realizan estos cambios. Son momentos donde necesitamos tener paciencia y firmeza. Por eso es recomendable anticipar a los más pequeños los cambios que vienen, explicarlos desde el respeto y el cariño. 

1. Recuperar la rutina post vacaciones

Las rutinas son esenciales para cualquier persona, pero más aún si tienes hijos pequeños, porque para los niños las rutinas son sinónimo de seguridad, orden y equilibrio. Por muy pequeños que nos parezcan, necesitan esos espacios de seguridad para crecer en calma.

Los niños/as durante el verano han perdido (la gran mayoría) las rutinas que han mantenido durante el curso, en cuanto a horarios de acostarse, de comidas o de trabajo. Volver de golpe, de un día para otro, es duro, muy duro, para los adultos. Para los más pequeños, ocurre lo mismo. Por eso es muy recomendable comenzar a recuperar los horarios habituales, unos 7-10 días antes de comenzar las clases. De esta forma, el día que se vuelva a la escuela el proceso será menos forzado.

Puedes comenzar a adelantar la hora de acostarse y de levantarse, entre 10 y 30 minutos cada día. De esta forma, en pocos días estaréis acostumbrados al horario de cole

También es buen momento para ir poniendo la mente en el modo "cole", dejando un espacio cada día para ir retomando la práctica, por ejemplo, con ejercicios de escritura, lectura, o por ejemplo, los típicos cuadernos de ejercicios de vacaciones, siempre desde el juego. 

Otra buena idea es crear con ellos rutinas de mañana, de tarde y de noche

Es decir, establecer una serie de tareas obligatorias a realizar durante un bloque de tiempo. Tener estas tareas definidas y visibles, permite a los peques saber qué es lo que va a ocurrir, y ser cada día un poco más responsables de sus tareas. Para los más pequeños, es muy útil recurrir a listas con imágenes o iconos. 

Ejemplo de tableros de rutinas infantiles de Monspetit

Nosotros tenemos en casa impresos dos carteles, con las rutinas de la mañana y de la noche. De esta forma, Julia sabe cada día qué necesitamos hacer para poder ir al cole o poder ir a dormir. La rutina se la conoce ya de memoria, pero nunca viene mal tenerlo a mano para esos días difíciles. 

Tener una rutina de la noche es igualmente importante porque una mañana rodada comienza la noche anterior. Es decir, que todo lo que puedas dejar resuelto el día antes (mochilas, deberes, ropa...), lo hagas. Así tendrás menos frentes que atender por la mañana, y menos estrés. 

Si ya son un poco mayores, suficiente para ir teniendo responsabilidades en casa (o colaborar), puedes establecer una rutina semanal para por las tardes. De esta forma estableces qué tienen que hacer antes de poder dedicarse totalmente al juego (me refiero a realizar los deberes y esas tareas de la casa que puedan realizar). Es una manera de trabajar con ellos la responsabilidad. 

También está el tema de las extraescolares. No soy partidaria de llenar la agenda de los niños de actividades pero entiendo que hay situaciones en las que, por imposibilidad de conciliar, es necesario recurrir a estas actividades mientras se está en el trabajo. Me parece totalmente respetable. 

Pese a no gustarme la idea de llenar la agenda, el estar apuntada en una actividad extraescolar, que ocupe un par de días a la semana, sí que me parece positivo. Estas actividades permiten a los pequeños desarrollar habilidades, mantenerse activos y hacer amigos nuevos. Este año no sabemos todavía en qué actividad estará apuntada pero esperamos tenerlo resuelto en las próximas semanas. A ella le vendrá bien, y a mí me ayudará a ampliar un par de horas el trabajo. 


2. Organízate con eficacia

Aprovecha estos días antes de que arranquen las clases para adelantar lo posible. Aquí van unos cuantos consejos:

Usa una herramienta, como Google Calendar, para compartir con la familia las diferentes actividades, horarios y eventos importantes. Puedes crear diferentes calendarios, cada uno con un color diferente, para cada miembro de la familia, y usar las notificaciones del móvil para no olvidar nada importante. 
Los diferentes calendarios se pueden compartir entre los diferentes miembros, por lo que todos podéis tener así visibilidad de lo mismo. 

Dedica unos minutos ahora para sacar el calendario escolar, y anotar en tu calendario las fechas más importantes (inicio de clase, vacaciones, reuniones y festividades). 

Recurre a las listas que faciliten a tus hijos la autonomía, por ejemplo, la lista de cosas que meter en la mochila cada día. Cuando son muy pequeños, estas listas pueden ser mediante dibujos o iconos. 

Hay una tendencia en EEUU muy llamativa, en cuanto a este punto de organización. Usan un sistema, llamado Command Center, que es interesante -y que aquí se realiza de una forma menos pro- Un command center es un espacio del hogar, generalmente situado en una zona de uso habitual de toda la familia, como la entrada de casa o cerca de la nevera, donde se recoge todo lo importante para la familia: el calendario común, los horarios, menús de comedor, notas importantes... algunos incluso cuentan con espacio para guardar papeles por atender, material de papelería... 


Ejemplo de Command Center del blog Kaleidoscope living


Adelanta (si tienes la información) la compra de materiales. Revisa primero qué materiales tienes ya disponibles en casa para evitar comprar duplicados. La búsqueda de materiales es una actividad que podéis realizar en familia, dejando que elijan ellos entre las opciones que selecciones (fomentando así su responsabilidad). 

Otra área que puedes ir adelantando, es la del etiquetado. Hay edades en las que necesitas poner nombre a todo. Mochilas, ropa, botellas, libros... 

Para mí, es importante además, al iniciar el curso, crear un sistema de archivo para los papeles importantes que se generen durante el año, tanto digital como físico. Es decir, un espacio donde archivar hasta final de curso, la documentación importante que esté relacionada con el colegio (matrícula, excursiones, boletines), pero también trabajos realizados...o dibujos. 

Además, para los dibujos, este año vamos a incorporar un espacio para que pueda mostrar sus creaciones en casa, y poder fomentar así el orgullo por realizar cosas (creativas) por su cuenta y mostrarlas; que pueda elegir qué dibujos o manualidades quiere mostrar y compartir, y que pueda ir modificando con el tiempo, con facilidad. 



3. Organización en casa

El orden en casa siempre nos facilita el proceso. Que cada cosa tenga un lugar asignado, permite encontrarlo antes cuando lo necesitamos, y facilita el recoger cuando terminamos de usarlo. Por eso mismo, si lo necesitas, dedica unos días antes de empezar las clases para organizar, por ejemplo, el armario de tus hijos, los materiales del cole, o las herramientas de la cocina para preparar sus almuerzos. 

Dedica un espacio en tu entrada para recoger todo lo que necesitan (en inglés, estos espacios los llaman loading zones), espacios donde cada miembro de la familia tiene un rincón exclusivo (un gancho, un cesto...), donde pueden colocar lo que necesitan para ir al colegio, como la mochila, la tartera, botella, los libros... 

Crea un espacio dedicado para los deberes (si es posible por espacio en casa), un lugar donde puedan sentarse a trabajar, y tengan a mano sus materiales escolares. En casa hemos puesto una mesa a su altura, en mi despacho, con un carrito donde recogemos los diferentes materiales. De esta forma, ella puede estar acompañada mientras yo trabajo, estudio o escribo en el blog. Además, es una buena oportunidad para enseñar a mantener el orden, después de su uso. 

Planifica los menús de la semana con antelación, de forma que puedas comprar con cabeza, solo lo que necesitas, reduciendo los desperdicios alimentarios, y diseñando un menú equilibrado para todos. En el cole de Julia tenemos el proyecto de los desayunos saludables, donde se ha especificado una temática diaria para los desayunos que llevan al cole, evitando todo lo posible la bollería y dulces, a favor de la fruta y los lácteos. Y la verdad es que la idea facilita mucho ya que sabes que cada día tiene que llevar algo de la temática que toque (con lo cuál la compra y la preparación se simplifica mucho).

Ejemplo de cartel de desayunos saludables. Este es de Juan Llorca.


También puedes intentar dejar preparado todo lo posible los almuerzos (dentro de lo que sea viable, porque no es recomendable dejar la fruta partida y pelada el día anterior, ya que cuando quiera comérsela estará oxidada). Por ejemplo, puedes dejar las botellas ya listas en la nevera, la fruta lavada y los materiales -tupper, cuchillos, tartera...- preparados en la encimera, para por la mañana terminar el proceso. 

Hay gente ya mucho más pro que deja incluso los conjuntos de ropa de toda la semana preparados en el armario, de forma que solo tiene que sacar una percha o cesto con el conjunto de ese día. Al final, se trata de analizar qué actividades repites cada día y cuáles de ellas puedes (y merece la pena), dejar hechas por adelantado. 


4. Gestión emocional y tiempo de calidad

Una parte muy importante del slow planning es poder dedicar tiempo a lo que es realmente importante, y aunque esto variará en cada casa... imagino que si tienes familia y has leído hasta aquí, una parte importante para ti es poder pasar tiempo de calidad con los tuyos. 

La vuelta al cole supone una vuelta a la rutina, que tanto defiendo en el blog como herramienta, pero no quiere decir, ni mucho menos, que tengamos que caer en la monotonía, en la falta de espacios y perder el disfrute que podemos tener en vacaciones.

Por supuesto, es más complicado coordinar horarios y encontrar momentos de disfrute en familia, cuando estamos en clase y en el trabajo. Lo entiendo perfectamente ¡porque me pasa! pero es importante buscar momentos en el día, para poder mantener una atención plena a nuestros hijos, poder jugar juntos, o disfrutar de tiempo de calidad. 

Buscar momentos para conversar y sobre todo, escuchar lo que tienen que contarnos, quizás mientras cenamos, o durante la hora del baño o la hora de acostarse, hace que se fomenten los lazos familiares.

Una bonita idea puede ser planificar una actividad en familia, divertida, para despedir el verano. Una excursión, o un día de cine, algo que os divierta. 

También es importante que practiques la gestión emocional, y aquí solo puedo hablarte a ti, querida. Porque no podemos modificar las emociones de los demás, pero sí tenemos poder para gestionar las nuestras propias. ¿Te has dado cuenta como cuando tu estás nerviosa y/o estresada, tus hijos parece que están más rebeldes? Son como espejos, nos reflejan todo, y es muy fácil trasladarles nuestra ansiedad, sin darnos cuenta. 

Practicar la meditación cada día, aunque sean solo 5 minutos, al levantarte y antes de despertarles, puede ser una gran herramienta para empezar el día de forma calmada y relajada. Si puedes sumarle más minutos e incluso añadirle hacer estiramientos -o ejercicio-, mejor aún. Tu te sentirás mejor, y ayudarás a que el ambiente sea más calmado para todos. 

El regreso a las clases puede ser un momento muy emocional para los pequeños. Anímales a hablar sobre lo que sienten, y comparte con ellos/as tus propios sentimientos. Esta apertura y comprensión mutua fortalecerán vuestros lazos. 

Recuerda que cada una de nosotras, es única, y lo que a mí me funciona puede que a otra no. Este artículo tan solo pretende inspirar y dar ideas, nunca juzgar ni hacerte sentir peor por no ponerlo en práctica. Como siempre, si te ha inspirado, escoge una idea que implementar (no intentes hacer todas de golpe pues te costará mucho más!) y prueba. Adáptalo a tu estilo de vida y ritmo. Elige la tranquilidad y la conexión, por encima de la prisa. Disfruta de cada momento, celebra los pequeños logros y recuerda que estás creando recuerdos preciosos en el camino.

En eso consiste el slow planning. 


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