El inicio de un nuevo año suele estar asociado con una larga lista de metas y objetivos. En estas últimas semanas seguro que has visto post y artículos sobre este tema, un bombardeo de metas y, en la que probablemente, a estas alturas, la mitad de las personas ya ha "fallado" (lo ha ido dejando) porque los cambios cuestan.
Desde este rincón, en lugar de sumergirnos en la presión de cumplir con metas concretas y a menudo inalcanzables, generándonos aún más estrés, te propongo un enfoque más fluido y consciente para vivir este 2025 (en realidad, este post lo puedes leer en cualquier momento del año, porque cualquier momento es perfecto para empezar). Por eso, te comparto 20 principios para vivir, que te ayudarán a crear una vida más rica, más plena y más alineada con lo que realmente importa.
1. Deja de perseguir la felicidad
La felicidad no es un destino ni una meta a alcanzar, sino un resultado natural de vivir una vida con propósito. En lugar de perseguir la felicidad, enfócate en construir relaciones significativas, contribuir a algo más grande que tú misma (por ejemplo, el voluntariado) y disfrutar de los pequeños momentos de alegría diaria (que los hay, seguro, aunque hoy puede que no los veas)
2. Aprende el valor del silencio
En un mundo lleno de ruido y distracciones constantes, el silencio es un regalo. Haz espacio para el silencio todos los días, ya sea a través de la meditación, una caminata tranquila o simplemente sentándote a reflexionar, tranquila, y sin dispositivos tecnológicos (una de las fuentes principales de estímulos constantes). Es en esos momentos de calma donde encuentras claridad y conexión con tu ser interior. A mi me encanta despertarme temprano, e irme al salón, sola, a disfrutar el amanecer, en silencio, con mi diario o un libro.
3. Aprecia lo ordinario
La vida está llena de momentos sencillos y cotidianos que, a menudo, pasamos por alto. Tómate el tiempo para saborear lo ordinario: el aroma del café por la mañana, el sonido de la lluvia, una conversación con un amigo. Al prestar atención a estos detalles, descubrirás la magia oculta en lo simple. Esto es un ejercicio de gratitud fantástico [puedes aprender más sobre este tema, aquí]
4. Acepta lo que no puedes controlar
En lugar de gastar energía luchando contra lo inevitable, aprende a aceptar lo que no puedes controlar. Focalízate en lo que sí está bajo tu influencia: tus acciones, tus actitudes y tus respuestas. Esto te liberará del estrés y la frustración, permitiéndote fluir con los altibajos de la vida.
Y no te preocupes, si este principio te resulta complejo. Para mí, es de los más difíciles de implementar porque supone desaprender una forma de reaccionar (reactiva), y cambiar a una forma más pausada, aprendiendo a soltar. Pero... los resultados merecen (mucho) la pena.
5. Da más de lo que tomas
La verdadera satisfacción proviene de dar sin esperar nada a cambio. No se trata solo de dar cosas materiales, sino de ofrecer tu tiempo, tu atención, tu apoyo. La generosidad no solo beneficia a los demás, sino que también enriquece tu propia vida.
6. No te preocupes por las pequeñas cosas
Las pequeñas preocupaciones suelen ser fugaces e irrelevantes. Pero muchas veces hacemos de ellas una montaña. En lugar de aferrarte a lo que no importa, libera tu mente y energía para enfocarte en lo que realmente tiene valor. Deja que lo insignificante pase de largo y guarda tus fuerzas para lo que realmente merece tu atención. ¿Cómo? Cuando notes que algo te está molestando, piensa si dentro de 5 años, este motivo será importante (es decir, ¿te habrá afectado?) y, cómo sería tu vida si lo ignoras ¿qué cambiaría?)
7. Sé más amable
La amabilidad es una de las fuerzas más poderosas que tienes. No subestimes el impacto de un gesto amable, una palabra positiva o un acto de generosidad. Sé amable no solo con los demás, sino también contigo mismo, y notarás cómo mejora tu vida y la de quienes te rodean.
8. Valora la consistencia por encima de la intensidad
La clave del cambio verdadero y duradero no está en los esfuerzos intensos, sino en la consistencia. No te obsesiones con grandes logros de una sola vez. En lugar de eso, enfócate en dar pequeños pasos cada día. Con el tiempo, esos esfuerzos constantes producirán grandes resultados.
En el blog hemos hablado con anterioridad de este tema, como en esta entrada sobre el método Kaizen [que puedes ampliar aquí]
9. Lee más libros
Los libros son ventanas a nuevos mundos, nuevos pensamientos y nuevas perspectivas. Ya sea ficción, no ficción o cualquier otro género, la lectura enriquece tu vida y tu mente. Dedica unos minutos cada día a leer, y notarás cómo crece tu sabiduría y tu capacidad para comprender el mundo.
Yo estoy cada vez más motivada a leer, y enriquecerme más en muchos sentidos (tanto con ficción, como ensayo, o lecturas profesionales o de desarrollo personal, no le hago ascos a nada). Hace poco te compartía los libros que me acompañaron en 2024 [puedes verlos aquí]
10. Practica la gratitud a diario
La gratitud es una herramienta poderosa que cambia tu enfoque de lo que te falta a lo que ya tienes. Haz de la gratitud una práctica diaria, anotando tres cosas por las que estés agradecido cada día. Esta sencilla acción puede transformar tu perspectiva y mejorar tu bienestar emocional.
Me encanta esta práctica, y he escrito en varias ocasiones sobre ella, puedes leer más aquí sobre el tema.
11. Replantea los momentos duros, como aprendizajes
Pese a que de primeras tu cabeza te diga esto, es importante entender que "fallar" o "fracasar" no es el fin del camino, sino una oportunidad de aprendizaje. En lugar de ver los errores como algo negativo, míralos como pasos hacia el crecimiento. Cada momento duro, cada fallo, tiene algo que enseñarte si estás dispuesto a aprender de él. Aunque sea "solo" el conocer una forma que "no funciona".
12. Aprende a decir "no" (pon límites)
Aprender a decir “no” es una habilidad vital para vivir una vida más plena y alineada con tus valores. No tengas miedo de rechazar lo que no encaja con tu propósito o tus prioridades. Un “no” respetuoso puede abrirte las puertas a una vida más intencional y menos agobiada por compromisos innecesarios.
13. Mueve tu cuerpo
El cuerpo es nuestro vehículo en este mundo, y el movimiento es vital para mantenerlo saludable y equilibrado. Ya sea caminando, practicando yoga o bailando, o lo que más te apetezca, busca maneras de mover tu cuerpo que te hagan sentir bien. El ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también fortalece tu mente. Reduce el cortisol, y ayuda a "despejar" los pensamientos.
Compartí una mega-guía al respecto, aquí.
14. Saborea el momento presente
La vida solo ocurre en el presente. No dejes que la ansiedad por el futuro o los arrepentimientos del pasado te roben la paz. Haz una pausa, respira profundamente y disfruta del momento tal como es. La presencia plena es el camino hacia una vida más rica y satisfactoria.
15. Rodéate de las personas adecuadas
Tu entorno social tiene un impacto profundo en tu bienestar. Rodéate de personas que te inspiren, que te apoyen y que te desafíen a ser la mejor versión de ti mismo. La calidad de tus relaciones es más importante que la cantidad, así que invierte tiempo en las personas que realmente importan.
Hablé de este tema, en este post.
16. Cultiva la paciencia
Vivimos en un mundo de gratificación instantánea, pero las cosas más valiosas toman tiempo. Cultiva la paciencia para poder disfrutar del proceso, en lugar de apresurarte por alcanzar resultados inmediatos. La paciencia es una de las cualidades más poderosas para el crecimiento personal.
17. Haz tuya tu historia
Tu vida es única, y cada capítulo es una parte importante de tu viaje. En lugar de compararte con los demás, haz tuya tu historia. Acepta tus imperfecciones, tus logros y tus fracasos. Al hacerlo, no solo te empoderas, sino que también inspiras a otros con tu autenticidad.
18. Sé curioso, no crítico
La curiosidad nos mantiene abiertos al aprendizaje y al entendimiento. En lugar de juzgar, busca comprender. Escucha con atención, explora nuevas ideas y mantén tu mente abierta a diferentes perspectivas. La curiosidad enriquece nuestras relaciones y nuestra vida.
19. Invierte en experiencias, más que en cosas
Las experiencias son los recuerdos que perduran, mientras que las cosas materiales solo nos dan satisfacción temporal. Invierte en momentos que te llenen de alegría y significado: un viaje, una conversación profunda, un proyecto creativo. Esas son las cosas que realmente enriquecen tu vida.
Estoy realizando una pequeña transformación, pues siempre he sido de acumular y cada vez siento más desapego por lo material, y aunque voy muy, muy lenta, he comenzado a hacer una revisión de lo que tengo y guardo.
20. Deja ir el perfeccionismo
El perfeccionismo puede ser paralizante. Acepta que no todo tiene que ser perfecto. Haz lo mejor que puedas, pero también permite que las imperfecciones formen parte de tu proceso. Lo importante no es la perfección, sino la acción y el progreso constante.
Una persona a la que admiro, me dijo una vez un truco para esas veces donde el perfeccionismo nos puede frustrar, y es pensar en "2 de 3" aciertos. Es decir, que si un día nos encontramos con que algo no sale como queremos rebajemos la intensidad de lo que sentidos, pensando que, bueno, no pasa nada por no lograrlo hoy. Que si hemos hecho bien 2 de 3 cosas, es suficiente.
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El slow planning no se trata de huir de los objetivos o la acción. Se trata de vivir de manera más consciente, más alineada con lo que realmente importa. Al adoptar estos principios, en lugar de fijar metas rígidas, te invitas a un viaje de autodescubrimiento y crecimiento que te llevará por un camino más natural, más relajado y más enriquecedor.
Deja que tus principios guíen tus decisiones y, a través de pequeñas acciones consistentes, verás cómo tu vida se llena de sentido, alegría y equilibrio.
¿Qué te parece este enfoque? Comparte tu opinión en comentarios
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